Durante un tiempo, he visto demasiados trompos que no han dejado de girar. Juguetes en manos de señores vestidos de corbata y un traje oscuro (negro, gris o azul marino) mostrando la serenidad, la sensatez, la elegancia y la seriedad.
La vida de la sociedad es como la arena de aquél reloj que disminuye. Los trompos, hoy han tenido un percance y han tropezado.
No han querido girar más. Demasiado mareados quizás.
Estefanía Martín Sebaquevas (Fany Martín)
2 comentarios:
Te echo de menos penka!
Caro
Felicidades Estefanía. Tus palabras están llenas de emociones. Me han encantado tus entradas.
Un saludo de una admiradora más que se suma.
Publicar un comentario